Alcohol

El deterioro general que, de forma paulatina, sufre el alcohólico lo lleva a adoptar actitudes de evasión, tanto en lo que atañe a las relaciones familiares -una disminución de las muestras de afecto y del cumplimiento de su función como miembro del núcleo, un aumento progresivo de discusiones e irritaciones, como a las laborales incumplimiento de sus tareas, llegar tarde al trabajo, discusiones sin causa aparente y, sobre todo, las frecuentes ausencias.

Poco a poco, el alcohólico va descargando sus responsabilidades en otros porque, íntimamente, sabe que no puede afrontarlas y prefiere derivarlas. Así, de manera gradual, comienza a recorrer por etapas un camino que no por conocido es menos inexorable. En la primera perderá a la familia, para pasar después, en la segunda, a perder el trabajo y, por fin, al llegar a la última, perderá todas sus relaciones, inclusive a los amigos.

Entre las consecuencias físicas figuran la pérdida del apetito y el insomnio, así como ciertas enfermedades cuya incidencia es elevada en los alcohólicos, por ejemplo, la gastritis, las úlceras pépticas, determinados trastornos renales y cardíacos, y la temida cirrosis hepática, enfermedad con un alto índice de mortalidad.

Se ha demostrado estadística mente que los hijos de padres alcohólicos tienen una gran predisposición a desarrollar esa dependencia.

Principales enfermedades de hígado inducidas por el alcohol:

#Hígado graso:
Es la acumulación excesiva de grasa en las células del hígado. El hígado graso es el más común de los trastornos del hígado inducidos por el alcohol. El hígado se agranda y provoca molestias del abdomen superior, en el lado derecho.

#Hepatitis alcohólica:
Es una inflamación aguda del hígado, que viene acompañada de destrucción de las células del hígado y cicatrización. Entre los síntomas podemos mencionar fiebre, ictericia, un recuento elevado de glóbulos blancos, un hígado agrandado que duele al presionar y vasos sanguíneos en forma de araña en la piel.

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